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La economía de Moron, 1852-1900INTRODUCCIÓN
Carlos Gustavo Maldonado
La economía de Morón, en la segunda mitad del siglo XIX, tuvo un crecimiento que acompañó al aumento demográfico. De una economía de subsistencia, basada en el sector agropecuario, en función de una población rural, se llegó hacia 1900 a un distrito que mantenía su predominio agropecuario, pero que servía a una población incrementada, y con un creciente porción urbana.
Estos desarrollos serán explicados en las décadas comprendidas entre la caída de Rosas en 1852, y 1900.
Aspectos metodológicosEl artículo se basa principalmente en fuentes estadísticas. Ahora bien, las investigaciones de esta disciplina progresaron en la segunda mitad del siglo XIX, desde bases precarias y deficientes. Los censos más detallados y sistemáticos comienzan hacia 1880.
Otro problema es la disparidad de criterios, que lleva a datos con poca homogeneidad. Por ejemplo, en los primeros censos se registraron las superficies cultivadas por cuadras cuadradas, mientras a fines de siglo aquellas fueron medidas por hectáreas, criterio impuesto actualmente.
En algunas décadas, la información es escasa, como por ejemplo para los años 70.
Todo esto contribuye a dificultar el trazado de series temporales detalladas y comprensivas de todo el período.
Situacion de la economia provincial a la caida de RosasEl régimen rosista mantuvo básicamente la misma estructura económica, si bien incrementó los volúmenes y valores de la producción rural.
La principal actividad era la ganadería, mientras la agricultura ocupaba un lugar secundario. Incluso, los bienes agrícolas perdieron relevancia en las exportaciones provinciales en la década del 40. Lo producido se destinaba al consumo local.
Los principales productos transables estaban relacionados con la ganadería: cueros, sobre todo de vacunos, sebo, cerdas, carne (tasajos),astas, etc.
Los vacunos eran predominantes, pero las estadísticas provinciales muestran una creciente importancia de los ovinos. Esto se relacionaba con la demanda creciente de lana ovina, para la industria europea. Estos desarrollos eran perceptibles en los años 40 del siglo XIX.
No había practicamente obras de infraestructura ni comunicaciones. El gobierno rosista tampoco alentaba políticas demográficas de inmigración. De hecho, había desmantelado una comisión de inmigración. La mayoría de la población era analfabeta.
El aparato estatal local era rudimentario, encabezado por un juez de paz, con poderes amplios.